Y entonces conoció la presencia de la muerte roja. Había entrado como un ladrón en la noche, Y uno por uno fueron desplomándose los convidados en los cuartos rociados de sangre, y cada uno murió en la postura desesperada de su caída. Y la vida del reloj de ébano acabo también con la ultima victima. Las llamas de los trípodes se extinguieron. La oscuridad , la luna y la muerte roja ejercieron su ilimitado imperio sobre todo.
-La mascara roja
-EDGAR ALLAN POE
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